Una cuestión espinosa, y que debería manejarse con especial cuidado, en los mensajes de correo electrónico es el uso del “tú” y el “usted”.
En contra de la extendida costumbre de los sitios webs bancarios, de los mensajes de partidos políticos y de los usos de las redes sociales, no conviene tutear de entrada a un desconocido.
En el caso de que nos dirijamos a una persona de una institución afín, o con una situación profesional similar a la nuestra (que haría extraño el uso de “usted”) se puede utilizar el tuteo, pero no sin algún tipo de advertencia. Por ejemplo:
- Estimado Lucas (como colega me permito tutearte):
- Estimada Carmen (te tuteo porque nuestro común amigo Carlos Navas ya te ha hablado de mí):
En la correspondencia con otros países de habla española es en general recomendable el uso de “usted”.